Cristina Saraldi es la creadora y alma de Froggies, empresa que busca desarrollar la creatividad en niños y adultos a través del juego, la imaginación y la creatividad. Suena muy inspirador, ¿verdad? Pues sí, lo es, y Cristina es el “alma máter” de este bonito proyecto. Cris es un torbellino de mujer llena de ideas y generosidad.
Pero además de todo esto, durante 10 meses también fue mamá viajera. Viajó por Sudamérica en furgoneta junto con su pareja y sus dos peques de 7 y 3 años. Nuestros caminos se cruzaron en esta gran aventura que es viajar en familia. Y no podía haber sido de otra manera. Llegó en el momento justo para inspirarnos hacia una nueva forma de crear. Pero de este encuentro nos llevamos, sobre todo, la amistad de cada uno de los miembros de esta bonita familia.
Te invitamos a leer la entrevista porque sabemos que te inspirará en más de un sentido.
También queremos que veas el video de nuestra experiencia viajando juntos en Bolivia. ¡Cuidado! No te dejará indiferente.
Cuéntanos, ¿cómo surgió la idea del viaje?
Antes de nada, gracias familia por contar conmigo para esta entrevista. Me parece muy hermosa vuestra presentación y nosotras también nos quedamos con la amistad de cada una de vosotras 😉
Sobre el viaje, ¿cómo surgió? Esta idea lleva mascándose desde el 2005, año que fui 6 meses por Asia de mochilera y compartí experiencias con algunas familias. Allí vi que esa infancia tenía un “nosequé” que les hacía conectar conmigo. Ahí fue cuando me dije, cuando sea madre, viajaré en familia.
En 2011 me convertí en mamá y, entre mi reinvención profesional, el despegue de Froggies, la vida en familia y la vida en Madrid, no había surgido el momento de lanzarnos.
Una subida de alquiler, unas ganas de cambio y una oportunidad de ser nómada digital fueron sobre todo los actores secundarios que nos llevaron a lanzarnos a esta aventura en octubre de 2018.
Todo esto está muy bien pero… tú tienes una empresa, ¿cómo te las arreglas para gestionarla mientras recorres las Américas?
Sinceramente, durmiendo poco y con tarjetas de prepago de los países que recorremos.
Para poder trabajar, lo más importante es tener el apoyo de mi compañero de viaje “adulto”, porque cuando yo no estoy presente, él está con los peques.
Y a nivel profesional, aunque hay momentos que me gustaría estar más cerca, reconozco que la vida digital ha cambiado tanto la realidad de las empresas, que estamos conectados diariamente para poder avanzar y seguir nuestro rumbo y nuestra estrategia de negocio. Lo único que he dejado de lado son las reuniones presenciales; porque el día a día de Froggies nos va actualizando funciones y ando igual de presente (y a veces más) que cuando estaba en Madrid.
Solo me he visto limitada en dos ocasiones con nada de conexión (¿os suena?); y para ello me organicé bien para no requerir ninguna urgencia. Y el resto del tiempo, a menudo viajamos buscando señal.
En tu web dices que si jugáramos más, el mundo sería un lugar mejor. ¿Has tenido la oportunidad de difundir esta idea durante el viaje?
No solo creo que si jugáramos más, el mundo sería un lugar mejor; sino que además creo que si jugáramos de otra manera, el mundo mejoraría.
Pienso que vivimos en un mundo demasiado directivo y organizado; y el espacio de juego libre no se hace notar (aunque también he de confesar que cada vez veo más luz).
En Chile pude facilitar varios talleres de juego consciente, de recursos, de juego en familia y de masaje. Fue maravilloso poder hacerlo.
En Bolivia, junto a vosotros (Los Mundo), tuvimos la suerte de hacer talleres con familias con hijos con necesidades especiales y con comunidades indígenas. Fue realmente bonito. Una de esas experiencias que son difíciles de olvidar.
También hemos podido visitar varios colegios para acompañar a los niños y profesores en el juego y en formación.
¿Tienes algún proyecto en camino?
Uy, mi cabeza no para, nunca!
¿Quieres que te cuente?
Actualmente estamos adaptándonos a la nueva situación del coronavirus con Froggies. Yo además sigo con mis consultorías personalizadas, difundiendo mi libro “Chachi Camula di Bu” y colaborando con distintos espacios. Estoy muy contenta de poder divulgar el juego consciente.
Además, sigo con mis formaciones online con Froggies; en la Escuela Bitácoras y en la Escuela Contar y Criar de mi querida Paloma Balandis.
Siempre ando con muchas ideas formativas en la cabeza. Pronto saldrá alguna, pero realmente esta situación actual nos ha llevado a buscar y bucear nuevos horizontes. La escritura y la comunicación es algo innato en mí y por ahí va mucho de lo que sé que llegará.
Me da la sensación de que no le das una educación convencional a tus hijos, ¿cómo tratas este tema?
Uy qué temazo!
Lo primero que siempre me planteo con todo esto es, ¿qué es la educación convencional? Si definimos convencional como lo que la mayor parte de la sociedad hace, no. No llevamos una educación convencional. Sin embargo, si nos remontamos al nomadismo, ¿no es algo convencional escuchar a la infancia y tirar del hilo según sus intereses y tus posibilidades?
En definitiva, hacemos lo que podemos. Yo lo hago peor de lo que me gustaría y mejor de lo que proyecté antes de ser mamá.
Así que procuro no culparme con nada, aunque a veces no sea fácil.
Trabajando en Froggies no puedo estar siempre lo presente que me gustaría. Sin embargo, intento hacerlo al menos un rato todos los días.
Me parece muy importante saber escucharles, acompañarles y sobre todo, hacernos cargo de nuestra responsabilidad ante nuestras emociones y las de nuestros hijos. Mientras viajamos, son múltiples los estímulos que recibimos; y los kilómetros de viaje nunca fueron grandes aliados.
Por lo tanto, procuro buscar momentos para mí, y así cargarme las pilas y poder estar con mis hijos como se merecen.
¿Has visto alguna evolución en tus hijos durante estos meses de viaje? Algo que digas “esto es gracias al viaje” o “esto es por culpa del viaje”.
Cuando leí esta pregunta por primera vez me saltó la risa al mismo tiempo que se apoderó de mí una sensación de culpa.
Sí, Cloe y Kian discuten mucho más desde que viajamos. No podría culpar a nada, aunque sí agradecerlo. Soy más de agradecer cosas, aunque me cuesten mucho más 😉
Gracias al viaje sucede todo. Gracias al viaje juegan más, gracias al viaje pelean más. Gracias al viaje, Kian se ha soltado a nadar. Gracias al viaje Cloe ya no quiere ir con bañador-braguita en la playa o piscina. Gracias al viaje conocemos las banderas de los países, los mapuche, los guaraníes, los jesuitas, orcas, pingüinos, pichis, cóndores, huemules, guanacos…
En definitiva, solo puedo dar gracias al viaje, aunque haya muchas sombras que aparecen y mucho sueño que me quito por tener que trabajar. Sin embargo, solo puedo dar gracias una y otra vez por poder hacer este viaje.
¿Y en ti y tu pareja?
Ja! También gracias al viaje nos encontramos y desencontramos. De hecho, gracias al viaje en familia sucede todo esto. Nos reímos más, nos enfadamos más. Nos comprendemos más, nos comprendemos menos. Nos abrazamos más y nos reinventamos mucho.
Gracias al viaje nos ponemos a prueba cada día y cada minuto. Gracias al viaje somos una nueva pareja, de eso no hay duda.
Seamos sinceras. El viaje es un sueño para todos y un gran aprendizaje, pero también tiene sus sombras. ¿Cuáles son las sombras de tu viaje en familia?
Las sombras las tenemos prácticamente todos los días. Lo que pasa es que nos miramos y buscamos lo verdaderamente importante. Y entonces volvemos de nuevo al viaje.
El cansancio, el sueño, las averías o la diversidad de opiniones son solo algunos de los factores que nos pueden generar más desencuentros.
Sin embargo, solo puedo decir que nos encanta que así sea; y que nos conocemos aún un poquito más con nuestras sombras y nuestras luces. Porque aunque me preguntes por nuestras sombras, he de decir que son más las luces que nos iluminan día tras día, descubrimiento tras descubrimiento, improvisación tras improvisación y avería tras avería. Y sin olvidarnos de las personas que vamos conociendo, que para mí es el verdadero viaje, el que hacemos junto a las personas que nos encontramos en este camino que empezó cuando lo soñamos.
Además de ser la directora de Froggies, también eres buena consejera. ¿Qué le dirías a una familia que está pensando en hacer un gran viaje en familia?
Uf, gracias chicos por vuestro piropo 😉
No sé si podría dar algún consejo. Creo que cada familia tiene su motor, su proyecto, su plan y sus sueños para hacer un gran viaje en familia.
Y como son suyos, quizás no tienen nada que ver con los nuestros.
Sin embargo, sí que ofrecería mi tiempo para responder cualquier duda o para compartir mi experiencia con ellas. Porque creo que el viaje lo hacen las personas; y la generosidad que estamos encontrando no hace más que demostrar que nosotras también podemos ser generosas a nuestra manera. Al igual que hicieron Andrés e Ingrid de El vuelo de Apis con nosotros, ayudándonos muchísimo a un mes de partir. ¿Si os digo que fue gracias a ellos que tenemos una furgo? Creo que ni ellos saben el regalo que nos hicieron. Me encanta poder acompañarnos en este viaje de ahora que ambos experimentamos de una u otra manera.
Gracias familia por este ratito.
Nos vemos pronto
Ojalá así sea 😉
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